Barbie se ha colado en todas partes, hasta en los repertorios del Carnaval callejero de verano. Apenas estrenada la película hecha con fines publicitarios y se han agotado los polos rosas en las rebajas de Eutimio, los conjuntitos femeninos del mismo color arropía en Isi, así como en las tiendas de confecciones importadas desde el sureste asiático y la India.

La muñeca con figura de mujer, convertida en sex symbol y objeto de colección para niñas y personas adultas, tiene ya edad para jubilarse. La muñeca más vendida de la historia surgió de una idea de Ruth Handler (Denver, 1916-Los Ángeles, 2002) y de su marido, Elliot, que vieron como su hija Bárbara, Barbie, y sus amiguitas preferían las mariquitinas recortables de formas adultas a los bebés de goma. Ruth ideó una muñeca con aspecto de jovencita que Mattel, firma creada en 1945 por Harold Matson y por su marido, Elliot Handler, rechazó la idea. Pero en Europa comprobaron que Lilli, la muñeca surgida de un personaje de tebeo alemán, tenía gran éxito de ventas. Así Ruth consiguió que se fabricara la primera Barbie, patentada a finales de 1959. Ese año fue la sensación en la feria del juguete de Nueva York. Las primeras Barbies se vendieron a 3 dólares. El modelo se modificó a lo largo de su primer medio siglo de vida y ahora se fabrica con rasgos de todas las etnias, caracterizada como profesional en diversos oficios. Modistos famosos diseñaron ropa para esta muñeca de proporciones imposibles, como la han definido médicos y pedagogos.

En España, además de las muñecas maniquí artesanas realizadas en el siglo XIX para ofrecer a las clientas un adelanto en miniatura de sus costosos vestidos, se le adelantó la muñeca Cayetana, que nació diez años antes que Barbie en la ciudad alicantina de Onil de la mano de Isidro Rico Miralles, propietario de Industrias Rimer una de las empresas que se integraron una década después en Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil Sociedad Anónima, conocida por su acrónimo: FAMOSA.

La duquesa de Alba amadrinó a la muñeca de cartón piedra de 47 centímetros de altura, con ojos de cristal que abría y cerraba, lucía una larga melena de pelo natural, caminaba de la mano mientras giraba la cabeza a ambos lados y decía papá y mamá. Nació con un cuerpo algo regordete para estilizarse pocos años después al adelgazar su cintura, lo que la convirtió en un figurín ideal para llevar vestidos de estación, trajes populares y atuendos profesionales.

De menor tamaño, y también de Famosa, en 1968 surgiría Nancy, mucho más asequible para las economías familiares en España, con un extenso ropero, como su prima americana de nombre similar y, como Barbie, con muchos accesorios y muebles a medida.

A finales del último mes de julio se estrena Barbie, la película dirigida por Greta Gerwig, en la que el juguete se humaniza para encarnarse en el cuerpo de la actriz australiana de 33 años Margot Robbie. En dos semanas niñas, jóvenes, madres, papis y abuelos, han sucumbido al empalagoso color de rosa. Hasta los féretros como el chicle se han puesto de moda.

Rosa rosae (Rosa y de rosa)

Esta moda del rosa, denostada en décadas por los hombres por considerarla femenina (ya al nacer a los chicos nos vestían de azul celeste y a las niñas de rosa merengue) llegó hace tiempo al Carnaval de Cádiz.

Es posible que los tipos en los que destacaba el color de rosa fueran muy anteriores, pero se recuerdan especialmente el de “Capricho Andaluz”, de Antonio Martín en 1973, aunque más por el incidente de esta comparsa con “Estampas Goyescas” y las lágrimas de Paco Alba en la plaza Fragela, o el tipo original de “Los Travoltas” realizado en 1979 por Angelita Conde que, precisamente por sus colores, disgustaba a los chirigoteros, como llegó a comentar uno de sus componentes Joaquín Márquez Rodríguez: “el tipo original era igual que el de “Marionetas” ¡feo de cojones! Pero estaba empeñao Agüillo… y al final fue ese el que sacamos. El repertorio era buenísimo y todo el mundo decía que nos quitaron de la Final por el tipo”; para sus actuaciones posteriores se cambiaron por un pantalón blanco y una camiseta negra.

El mismo color de las golosinas con sabor a fresa fue el imperante en la chirigota “Le Llaman La Copla” del Hogar del Pensionista de la calle Zaragoza en 2012, donde Joaquín Márquez participó, y antes en 1981, en la comparsa “Los Pintores de Versalles”.

Los pintores de Versalles

Entre las agrupaciones callejeras es también frecuente el uso del rosa tanto en las Cadiwoman, en 2015 como “Las Jackies”, o la romancera Ana Magallanes, vestida de clítoris con prendas tejidas con lana rosa pastel.

Volvamos a la muñeca de moda. En 2008, y con dirección de Sergio Mariscal Morejón, la chirigota “Las Barbys de Barrio, no pasaron de la fase clasificatoria, a pesar de contar con la coautoría de Juan Fernández. Sus tocados realizados por un supuesto artesano: Aitor Menta Fuerte. “…Nos gustan los anganguitos y los coches tuneados…”, cantaban vestidos como chicas jóvenes, listas para salir de copas y a bailar. Llevaban pelucas entre las que abundaban las melenas rubias, igual que las muñecas de donde tomaron su modelo las jóvenes flacas a las que remedaban. Hasta hubo una caracterizada de embarazada, idéntica a uno de los modelos de Mattel, que fue uno de los menos vendidos de la Barbie.

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por Ana Barceló Calatayud

Periodista e investigadora del carnaval de Cádiz. (Código ORCID 0000-0002-8666-4881) Doctora en Historia por la UCA. Autora entre otros de 'Cuaderno de Mari Pepa Marzo. Glosario de los tipos y coplas del Carnaval de Cádiz (1821-2020)' y 'Paco Alba y su carnaval'

Un comentario en «De rosa y por delante»

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