Cuando ya pensábamos que el camino se estaba recorriendo, llega la impugnación de un jurado no paritario, y se va al carajo toda la ecuación. El patriarcado impreso a fuego en nuestra piel, se revuelve mosqueado sabedor de que es el grito femenino y feminista la causa primera de esa impugnación, y para su cruzada, como tantas otras veces, señala al jurado del 2022.

Dicen ellos y ellas que, por lo visto, en el año 2022, también hubo un jurado no paritario que no se impugnó. Las preguntas y las afirmaciones equiparables a «¿Y las denuncias falsas qué, en? o «Po también hay mujeres que les pegan a los hombres», se transforman en «¿y por qué no se impugnó el jurado del 2022? El osado desconocimiento por encima de datos reales y objetivos que confirman que ese jurado estaba formado por siete hombres y diez mujeres, lo que se traduce en un 41,17 % de participación masculina. La paridad se estima en una proporción conceptual del 40/60. No hay más preguntas, señoría. Perdón, quise decir señoros y señorOas.

Cabría mejor preguntarse ¿Cómo es posible que hayan tenido que pasar 16 AÑOS desde la promulgación de la ley paritaria (Ley Orgánica 2/2007 de 22 de Marzo), para impugnar a jurados con mayorías masculinas que incumplían la ley?. JURADOS ILEGALES.

¿Saben cuál es la razón de la falta de impugnación de estos otros jurados con prevalencia señoril? Que el feminismo no había entrado al teatro a pedir la parte del pastel que le corresponde por derecho propio. Que ese espacio patriarcalmente secuestrado, era propiedad fálica exclusiva. Ellos hacían el pastel y ellos se lo comían. Como norma absoluta y sin pie al debate. Pero ya se acabó. Se acabó porque por primera vez en la historia del teatro las mujeres están teniendo un papel absolutamente protagonista, competitivo y, sobre todo, diferenciador de lo demás.

Para contrastar nuestros argumentos, aquí les mostramos los datos que hablan por sí solos del espacio patriarcal que era y, a la vista está, sigue siendo nuestro teatro:

Sorprendentemente, el primer año en el que se ha respetado la ley de la paridad, después de 16 años desde que se promulgara la ley paritaria, ES EL AÑO 2022. El primer jurado legal desde 2008. ¿Qué cosas no? Además, ha sido también el único año desde la promulgación de la ley que las mujeres han sumado más en ese palco, EL ÚNICO AÑO, y resulta que es justo el que provoca las quejas del ambiente casposo y misógino oficial (un alto porcentaje, por desgracia), ante la impugnación propiciada por una mujer y su colectivo. En las noticias que hablaban sobre esta impugnación, también constaba «La asociación de comparsistas», pero lo cierto es que en ese espacio hubo votos en contra de hombres y de mujeres, y catorce votos a favor de la impugnación, que fueron dados en privado para no ir de frente ni mancharse las manos por la causa de las mujeres. Esperamos vuestras letritas hipócritas con mucha gratitud.

Posteriormente en el año 2023, y una vez revisada la ley con las gafas violeta de las mujeres, ya no les quedaba otra que seguir cumpliendo la ley. No es nada meritorio, es lo que hay que hacer, y lo que habría que haber hecho desde hace tantos años.

No les queda vergüenza ni tampoco memoria, pero de aquí no nos vamos a bajar para estar escudriñándola y sacarle los colores despertándola cada día. De momento el jurado, va a ser paritario, como lo fue el jurado 2022. Por ley.

Y les dirémos más. En un amago de justicia compensatoria ya podrían guardarse las vergüenzas de sus quejas injustificadas, porque por derecho nos corresponden años, años, años, años, años y años de jurados mayoritariamente femeninos, y feministas (¡oh dios, qué fantasía!).

Asociación ‘Cádiz, Mujer y Carnaval’

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