No hace mucho, un amigo, que el pasado año colaboró como letrista para un coro que participó en el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (COAC), me confesó que se negó varias veces a hacer una letra quejándose del “abuso” que les parecía se estaba haciendo del feminismo en el carnaval.
Es necesario ubicarse en una realidad que no todo el mundo reconoce, por ello no me cansaré de recordar que la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres (enlace BOE), se cumplió por primera vez en la composición del jurado en 2022. Tuvo que llegar una mujer a la presidencia del jurado, Ana Barceló Calatayud, la tercera mujer en asumir esa responsabilidad tras casi setenta y cinco años, para que, tras quince años de la aprobación de la ley, esta se aplicara. Todo un récord teniendo en cuenta que el concurso lo organiza una entidad pública como es el Ayuntamiento de Cádiz.
El término MANOSFERA combina ‘MAN’ (hombre) y ‘ESFERA’; y se refiere al conjunto de comunidades en línea compuestas exclusivamente por hombres, donde se comparten discursos machistas, y son caladeros de argumentos misóginos, y violentos.
Antes de la llegada de las redes sociales y las comunidades virtuales, las agrupaciones de carnaval históricamente integradas exclusivamente por hombres han funcionado y, en muchos casos, siguen funcionando como una peculiar manosfera carnavalesca, donde el colectivo humano, contando con la complicidad de la mayoría de sus componentes, funciona como refugio donde afloran todo tipo de actitudes: hombres infieles que presumen de sus infidelidades, personas que fomentan el consumo de pornografía y prostitución, o señores que enseñan a manipular mujeres como “estrategia de seducción”, por citar solo tres ejemplos.
La “normalidad” de este tipo de actitudes se refleja de manera irremediable en las letras que se cantan en el COAC. Prueba de ello se encuentra en el análisis elaborado por Tami Barrera y Sage Carbonell, ‘COPLAS LAMENTABLES II’. Tras analizar los repertorios (más de 600 coplas) de las agrupaciones semifinalistas y finalistas del COAC 2025, el 40% de las 88 coplas lamentables localizadas se basan, en prejuicios machistas o misóginos, es el tema más recurrente.
La responsabilidad de lo que se canta es exclusivamente de los autores y los componentes, y no vale la excusa de que son chistes que siguen funcionando; pero la responsabilidad de lo que se premia es de la organización del concurso, el Ayuntamiento de Cádiz, que tiene la obligación de cumplir con la legislación vigente. A la Ley de Igualdad me vuelvo a remitir, en cuya redacción se contempla la obligación de que las entidades públicas deben diseñar acciones que eviten la promoción de actitudes machistas o misóginas también en la organización de actividades culturales.